TOMOGRAFÍA DE COHERENCIA ÓPTICA (OCT)
Sin dudas, uno de los métodos diagnósticos mas importantes en la oftalmología actual.
¿Qué es la OCT?
La OCT (acrónimo de las siglas inglesas para tomografía de coherencia óptica) es una de las pruebas complementarias más importantes en la exploración de la retina y el nervio óptico. Usando un emisor de luz infrarroja y aprovechando un complejo principio óptico (la interferometría) permite obtener imágenes de la retina y del nervio óptico con una altísima resolución (similar a la obtenida en cortes microscópicos de la misma). Permite conocer el grosor del centro de la retina (medido en micras) y de las diferentes capas de la retina con una alta precisión.
¿Cómo re realiza la prueba?
A diferencia de muchas otras pruebas utilizadas en oftalmología, en la realización de un OCT no es imprescindible la dilatación pupilar (aunque en algunos casos puede ayudar a obtener imágenes de mejor calidad) ni el uso de anestésicos. La prueba se realiza en posición sentada, apoyando la barbilla en una mentonera y mirando a un punto luminoso fijo en el aparato. Se realiza en muy pocos minutos y la obtención de las imágenes y el análisis de éstas es casi instantáneo. La prueba no ocasiona ninguna molestia y sólo se precisa mantener la mirada fija en el punto luminoso algunos segundos, por lo que incluso se puede realizar en niños.
¿En qué enfermedades es útil la OCT?
En la actualidad la OCT se utiliza en muchísimas enfermedades de la zona central de la retina (mácula) y del nervio óptico. Como el software del aparato permite localizar exactamente el mismo corte en diferentes exploraciones, es muy útil para controlar los cambios tanto del nervio como de la mácula (seguimiento).
Algunas de las enfermedades en las que su oftalmólogo posiblemente le solicitará un OCT son:
Enfermedades del nervio:
Glaucoma: el OCT permite medir el grosor de las fibras nerviosas alrededor del nervio, por lo que puede controlarse la pérdida de fibras nerviosas causada por una hipertensión ocular mal controlada. También es de gran utilidad en el diagnóstico de casos iniciales.
Neuritis óptica: consiste en la inflamación del nervio, que puede ser debida a múltiples causas. El OCT permite medir el grado de inflamación y de daño nervioso en etapas avanzadas.
Enfermedades de la mácula:
Degeneración macular asociada a la edad (DMAE): en el control de esta enfermedad la OCT tiene un papel fundamental. En los casos de DMAE húmeda, en los que aparece una membrana de vasos sanguíneos anómalos debajo de la retina, la OCT permite detectar la actividad de la enfermedad y valorar la respuesta a los diferentes tratamientos.
Membrana epirretiniana: la OCT permite medir el grosor de este tejido que se forma sobre la retina, básico para decidir la necesidad de cirugía.
Agujero macular: con la OCT podemos no solo medir el diámetro del agujero sino detectar los casos incipientes para poder tomar decisiones a tiempo.
Edema macular: consiste en la aparición de fluido entre las capas de la retina, y puede ser debido a la diabetes, a trombosis de venas de la retina, a inflamaciones oculares, etc. La OCT permitirá a su oftalmólogo conocer el grosor de la retina central para de esta manera decidir el tratamiento más adecuado. La realización de una OCT después del tratamiento permite conocer con exactitud la respuesta al mismo.