CIRUGÍA DEL GLAUCOMA
Trabeculectomía
La trabeculectomía es una cirugía que se utiliza para bajar la presión ocular en los pacientes en los cuales las gotas y/o laser no alcanzan para poder establecer la presión ocular meta.
Se llama presión ocular meta a aquella que el oftalmólogo cree que el ojo debe tener para que el nervio óptico deje de "sufrir" o deje de dañarse. Esta presión meta se calcula en base a la presión ocular de base y al daño anatómico funcional que presenta el paciente.
Consta de realizar un pequeño orifico en el ojo y crear una canal que comunique la cámara anterior (porción mas anterior del ojo) con el espacio subconjuntival. La idea es crear una salida alternativa de líquido ya que este no puede salir por la via habitual.
Al ser una cirugía que conlleva riesgos (como cualquier cirugía), siempre se debe hacer una "balanza" riesgo beneficio. Lamentablemente muchas veces una presión descontrolada no nos da tiempo y debemos realizar esta cirugía casi de urgencia para intentar evitar la ceguera por glaucoma.
Afortunadamente son la minoría de pacientes con glaucoma los que requieren una cirugía para poder controlar su presión ocular.
En cuanto a los cuidados prequirúrgicos estos son muy similares a los de la cirugía de cataratas. Una diferencia es que antes de esta cirugía no deben colocarse gotas para la dilatación pupilar.
Postquirúrgicio
Si bien en todo procedimiento quirúrgico los cuidados post operatorios son importantes, en esta cirugía toman una importancia primordial.
Suelo explicarle a mis pacientes este ejemplo... Cuando una cirugía de cataratas sale bien las chances de que este resultado cambie son muy bajas. No pasa lo mismo con la cirugía de glaucoma. Un vez operado de glaucoma y sin haber surgido complicaciones intraquirúrgicas se puede decir que llevamos una ventaja solo del 50%. La mitad restante del éxito depende del seguimiento (esto no quiere decir que la cirugía funcione en la mitad de los casos). El 50% restante del éxito está en ir viendo como evoluciona la cirugía.
Esta cirugía va "en contra de la naturaleza". El cirujano realiza un pequeño orificio (herida) y pretende que este quede abierto de por vida. El cuerpo humano, como a toda herida, va a intentar cicatrizarla yendo en contra del efecto que queremos lograr. Es por esto que en el post quirúrgico pueden realizarse algunos procedimientos (generalmente sin necesidad de entrar a quirófano nuevamente) para aumentar las chances de éxito. Dicho esto también vale aclarar que hay muchos pacientes que nunca van a requerir ninguna maniobra extra. En el éxito también participa el paciente, cumpliendo con el tratamiento con gotas y haciendo reposo (fundamental en esta cirugía!).
Generalmente una vez operado el paciente deja de necesitar de las gotas para controlar la presión ocular, lo que no quiere decir que nunca mas vaya a utilizarlas. Todo depende de la evolución y el grado de cicatrización de cada persona.
Dispositivos Valvulares
Hay casos en los que una trabeculectomía debe evitarse (glaucoma uevíticos, antecedentes de otras cirugías, pacientes operados de retina que tienen aceite de silicón en el interior del ojo, etc.), en los cuales se requiere de un dispositivo que ayuda a eliminar el exceso de líquido intraocular y de esa manera bajar la presión intraocular.
Existen diferentes tipos de válvulas. Su oftalmólogo le explicara cual es la conveniente según el caso.
MIGS
En el último tiempo se estuvieron desarrollando muchos dispositivos intraoculares que tienen como objetivo bajar la presión y que suponen tener menos riesgos que la trabeculectomía, con menor chances de complicaciones, pero que no bajan tanto la presión como una cirugía de glaucoma tradicional.
MIGS quiere decir "Minimally Invasive Glaucoma Surgery" (cirugía de glaucoma mínimamente invasiva) y actualmente solo contamos con un modelo en el país. Este se llama I stent. Es una nueva tecnología que promete muy buenos resultados en el futuro.