GLAUCOMA

El término glaucoma designa a un grupo de enfermedades que tienen en común una alteración del nervio óptico (vendría a ser el cable que une a el ojo con el cerebro) típica y se asocia a la pérdida de la función visual ( al principio la visión periférica y luego la visión central, conforme este avanza).​

Si bien es sabido que la presión ocular elevada es uno de los factores de riesgo primarios y más importantes, su presencia o ausencia no tiene un rol en la definición de la enfermedad (existe por ejemplo el llamado glaucoma de tensión normal).​

Es una patología de alta frecuencia que afecta mayoritariamente a las personas luego de los 60 años de edad (pudiendo afectar a 4 de cada 100 personas), pero que también puede aparecer en gente joven. En principio se caracteriza por la disminución progresiva del campo visual, pero en estadios terminales puede llegar a causar ceguera. La misma produce alteraciones en la calidad de vida de los pacientes, y en estadios avanzados, de las personas que lo rodean.​

El principal inconveniente que tiene esta enfermedad es que en los estadios iniciales no presenta ningún tipo de síntoma. Conforme avanza el daño, el paciente empieza a notar manchas en el campo visual o que tropieza con objetos que normalmente tendría que ver (a esta altura ya nos encontramos ante una enfermedad de evolución moderada/avanzada).​

Al día de la fecha no existe una cura para el daño generado en el nervio óptico y, correspondientemente, en el campo visual producidos por el glaucoma.​

Lo interesante es que diagnosticado a tiempo el daño puede enlentecerse e incluso detenerse con el correcto tratamiento el cual básicamente consta de la disminución de la presión ocular. Esto puedo conseguirse con gotitas y/o láser en estadios iniciales, hasta una cirugía de glaucoma en estadios más avanzadas o de difícil manejo con el tratamiento habitual.​

La prevención juega un rol fundamental y consta de un examen oftalmológico básico que incluya, además de la toma de visión y realización de lentes, la toma de presión intraocular, la evaluación biomicroscópica de la parte anterior del ojo, como así también la posterior (nervio óptico).​

En caso de encontrar alguna sospecha (presión fuera de límites, hallazgos biomicroscópicos compatibles con glaucomas secundarios, leves asimetrías en los nervios ópticos) se procederá a realizar distintos estudios (campo visual computarizado o CVC, OCT RNFL o de capa de fibras, paquimetria y HRT) para el correcto diagnóstico y seguimiento (de suma importancia poder registrar los hallazgos y compararlos en el tiempo).

​Consulte a su oftalmólogo al menos una vez al año para poder evitar los daños irreversibles generados por esta silenciosa enfermedad!